El cartel, poster en inglés y affiche en francés, es un medio de comunicación y divulgación que adquirió la categoría de arte visual a finales del siglo XIX en Europa y posteriormente en USA.
La invención de la litografía, descubierta accidentalmente por el austriaco Aloys Senefelder en 1798, contribuyó al desarrollo y mejora de los carteles ilustrados y al nacimiento de una gran variedad artística, convirtiendo las calles de algunas ciudades en verdaderas exposiciones al aire libre. Mucha gente comenzó entonces a coleccionar estos carteles artísticos.
El artista francés Jules Chéret y el británico Frederick Walker fueron de los primeros en producir artes gráficas con calidad artística. Posteriormente grandes creadores del arte como Henri de Toulouse-Lautrec, Alphonse Mucha, William Bradley, Maxfield Parrish, y, posteriormente en Viena, Gustav Klimt, Kolomar Moser y Josef Hoffmann, realizaron carteles de gran calidad dentro del conocido estilo Art Nouveau.
Pero sin duda es Francia el centro de mayor actividad y desarrollo del arte de los “affiches”. Este liderazgo recibió mucha influencia de Japón, cuyos artistas combinan arte, imagen y caligrafía en los llamados “ukiyo-e”, en los que se aprecia una brillante armonía. Grandes artistas participaron en la producción de este arte callejero con éxito, como Honoré Daumier, Rodolphe Salis, Theophile Steilen y otros como Willete, Faivre, Grün, Pierre Bonnard, Valloton, así como el extraordinario ya mencionado Henri de Toulouse-Lautrec.
La producción artística de carteles de Pablo Picasso no es muy conocida, posiblemente porque el número de carteles es pequeño comparado con la gran cantidad de obras realizadas por este genial artista en otras técnicas, como pinturas, esculturas, dibujos, obra gráfica, cerámica…
Los carteles de Picasso fueron básicamente realizados para contribuir y colaborar en actos políticos y para sus propias exposiciones; los mejores carteles fueron totalmente concebidos y diseñados por el artista, incluyendo el texto a veces escrito a mano, en Vallauris, con sus cerámicas y corridas de toros, entre 1951 y 1964. Asimismo, realizó carteles en pequeño y gran formato en relación con movimientos por la paz, en los que su emblema de la paloma se convirtió en un símbolo reconocido y aceptado internacionalmente.
En “El Marco Verde” pueden apreciar una pequeña muestra de la producción artística de carteles y reproducciones de obras de este genial artista.