Jorge Castillo pintor del hielo, o los paisajes del frío…
Porque Jorge Castillo (Pontevedra 1.933) siempre ha sido un espíritu inquieto, un nómada en busca del arte y de la estética… Circunstancial o voluntariamente ha visitado y permanecido en diferentes ciudades que han marcado su ciclo vital y artístico… primero Buenos Aires, a donde fue llevado por sus padres de niño.
En Madrid, a finales de los años 50, pasa un periodo de bohemia, conoce algunos pintores y a la galerista Juana Mordó, entonces en la galería Biosca. Se casa por primera vez en Barcelona, enviudando dos años después. Mas tarde se instala en París donde conoce a Marienza Binetti quien ejerce una importante influencia en el artista.
Pasan un año en Berlín y durante la década de los 70 realiza importantes exposiciones en varias ciudades europeas y en Nueva York.
A principios de los 80 se vincula con la galería Marlborough, de gran prestigio en el arte contemporáneo. Reside en New York donde plasma en sus lienzos las gigantescas arquitecturas de sus edificios mas representativos con una peculiar plasticidad utilizando la perspectiva de los imponentes paisajes urbanos como disculpa para conseguir unos inconfundibles ejercicios pictóricos.
Jorge Castillo quiere conocer el mundo echando raices en el aire, cruzando fronteras y transitando países a donde el viento le lleve; continúa su periplo visitando y permaneciendo temporadas en Ginebra, Boissano, Berlín, Barcelona, Nueva York, Ibiza, Jerusalem,Helsingborg, Madrid…. Es un artista versátil y completo; más de seis décadas de actividad continuada que testimonia su singularidad y maestría. Otorga gran importancia al dibujo y muestra su gran talento creativo en la pintura, la ilustración, grabados, litografías, esculturas, escenografía…
todas sus obras son portadoras de una destacada vena poética y cualidades narrativas, de corte figurativo, a veces surrealista, y muestra gran variedad de composiciones con figuras, clowns y acróbatas del circo, naturalezas muertas, paisajes urbanos y escenarios intemporales en una atmósfera plasmada con su propia particularidad artística, un relato de gran madurez formal y técnica.
Jorge Castillo es un pintor joven y octogenario portador de una gran carga vital, artística y poética… esperamos que siga pintando muchos años más y que nosotros sigamos disfrutando de su arte.