Der Blaue Reiter (El jinete azul) fue junto con Die Brücke el movimiento mas representativo del expresionismo alemán. Formado por un grupo de artistas afincados en Munich, fue una asociación mas amplia que Die Brücke y sus actividades y especialmente las innovaciones de artistas como el ruso Vasily Kandinsky y el suizo Paul Klee tuvieron un mayor impacto sobre la vanguardia internacional.
Otros miembros destacados del grupo fueron Gabriele Münter, pareja de Kandinsky, Franz Marc, August Macke y el austriaco Alfred Kubin. Kandinsky relata como decidieron el nombre: “Franz Marc y yo elegimos este nombre una tarde tomando café en una terraza de Sindelsdorf. Ambos nos decidimos por el azul. Marc para los caballos y yo para los jinetes. De manera que el nombre vino solo”.
Rompiendo con los moldes clásicos abogaron por la libertad creativa del artista para expresar su visión personal sin trabas y en la forma que considere apropiada.
La aportación de Kandinsky fue muy influyente en este grupo, ya que su obra comenzaba a ser bastante conocida en Europa. Kandinsky argumentaba que el arte debe ser sacramental, un signo externo y visible de una gracia espiritual interior, y defendió la libertad del artista para elegir su modo de expresión, ya sea éste abstracto, realista o una de las muchas combinaciones de diferentes armonías entre lo abstracto y lo real.
En sus ensayos , Kandinsky, Marc y Macke declararon su fe en la eficacia simbólica y psicológica de las formas abstractas. También mostraron su interés por el misticismo, lo que les identificó como los últimos simbolistas, y en el arte primitivo, el arte popular, el arte infantil y el arte de los enfermos mentales, todos ellos considerados como importantes fuentes de inspiración.
En su libro “Sobre lo espiritual en el arte” Kandinsky desarrolla la idea del arte como una especie de autobiografía espiritual que inspire en los espectadores una síntesis de intelecto y emoción, tan expresivos como la música. Su última obra deriva hacia un expresionismo abstracto en el que el conflicto espiritual se comunica y resuelve mediante formas, líneas y colores espectaculares, todos ellos despojados de su papel meramente descriptivo.
Franz Marc por su parte deriva hacia una filosofía panteísta y combina la fe religiosa con un profundo amor a los animales y la naturaleza. “El arte que ha de venir dará forma a nuestras convicciones científicas. Este arte es nuestra religión, nuestro centro de gravedad, nuestra verdad”. Veía en los animales una pureza y comunión con la naturaleza que el hombre había perdido.
La obra de Macke es urbana. Sus alegres escenas, pintadas con expresivos y armónicos colores, se acercan a la de sus contemporáneos franceses, los fauves y los orfistas y nos recuerda que el propósito de Der Blaue Reiter nunca fue crear un estilo homogéneo.
También Paul Klee experimentó con el color, aunque de una forma muy personal, en especial en sus acuarelas que alcanzan un carácter lírico, semi abstracto, delicado y expresivo. Su “Credo creativo” perfila su pensamiento sobre la naturaleza espiritual del arte, e incluye su discurso “El arte no reproduce lo visible; mas bien lo hace visible”…También escribió “ el arte es un símil de la creación».
Cada obra de arte es un ejemplo, al igual que lo terrenal es un ejemplo de lo cósmico” En el otro extremo del espectro, la obra de Kugin tiene un aspecto más gótico, y su expresionismo, que representa fantasías y pesadillas, es reminiscencia del simbolismo y el decadentismo.
El estallido de la primera guerra mundial provocó el final del grupo. Kandinsky se vio forzado a volver a Rusia, Macke murió en las primeras semanas de la guerra, y Marc falleció en las trincheras de Verdún en 1916. Kandinsky escribió “Der Blaue Reiter éramos los dos: Marc y yo mismo. Mi amigo ha muerto, y yo no quiero continuar solo”
Aunque el grupo no sobrevivió a la primera guerra mundial, sus actividades y logros llegaron mas lejos, hasta el arte de la fantasía del dadaísmo, el surrealismo y el expresionismo abstracto….mas adelante, dos artistas afiliados a Der Blaue Reiter, aunque no miembros del grupo por aquel entonces, el ruso Alexei von Jawlensky y el estadounidense Lyonel Feininger fundaron Die Blaue Vier (los cuatro azules” con Kandinsky y Paul Klee.
De nuevo, el objetivo era dar publicidad a su obra y a sus ideas, exponiendo conjuntamente. Jawlensky, al igual que Kandinsky, estaba convencido de la interrelación entre los colores y los sonidos, y describía algunos de sus cuadros como “canciones sin palabras”. Sus cálidas y apasionadas obras, caracterizadas por la simplificación, los colores atrevidos y una sensación de intensa fuerza interior, apuntaban también hacia el misticismo religioso compartido por Marc y Kandinsky.
Los cuadros de Feininger, la mayoría sobre las ciudades y su arquitectura, oscilan entre la abstracción y la representación, combinando intensas líneas rectas con colores románticos. En sus futuras carreras, Kandinsky, Feininger y Klee también desempeñarían un importante papel como maestros de otra importante vanguardia, la Bauhaus.