CARTELES de MIRÓ – Joan Miró y el cartel contemporáneo

El cartel tiene una función, contiene un mensaje rápido con un elemento de distracción, algo que llame la atención en el mensaje de una manera llamativa e intuitiva. Para el artista no es una creación independiente como puede serlo una obra de arte, y por muy espontáneos que puedan parecer, sus formas y signos exigen una atención absoluta, reflexiva y consciente, que no frena la intuición creativa sino que la afina selectivamente. Un cartel ha de tener una rápida lectura considerada en su conjunto, texto y forma, incluido el factor estético.

 

 

 

 

 

 

 

Joan Miró acepta y realiza encargos de carteles a lo largo de su larga trayectoria artística durante setenta años de actividad; la inmensa mayoría son culturales, si bien en 1.937 realizó el famoso Aidez l´Espagne durante la guerra civil española que tuvo  gran difusión en unas circunstancias dramáticas para el país. Asimismo, con bastante posterioridad, realizó el famoso logotipo para la promoción del turismo en España.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Los carteles de Miró los realiza a partir de litografías originales o de un dibujo o gouache. Algunos tienen el texto escrito de la mano de Miró, mientras que otros son de composición tipográfica. Sus colores enteros y de tintas planas acentúan su general vinculación a la litografía.

 

 

 

 

 

 

 

 

Muchos de ellos, impresos por Mourlot, son verdaderas litografías de arte, que no solo no han conocido la reproducción mecánica sino incluso la blandura de la cromolitografía

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La vinculación del artista con la Galería Maeght es muy significativa de su etapa lírica y colorista, y durante un tiempo se dedica con intensidad a la cerámica, el grabado, la litografía y los ensayos escultóricos, abandonando totalmente la pintura tradicional.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Después de 1.960 Miró introduce el negro como color decisivo, que no solo le permite subrayar formas o salpicar con manchas, sino que configura la composición y la forma, permitiendo a otros colores rellenar los huecos.

 

 

 

 

 

El negro llama la atención, el negro marca con agresividad los perfiles y las formas, incorporando el caligrafismo. Con la nueva valoración del negro tienden a desaparecer o se esquematizan los seres de otras clases de sus épocas anteriores, la mujer y la estrella, el árbol y el sexo, el sol y la luna…el grafismo se hace más contundente y no necesita tanto el recurso de las reiteraciones. La mancha estalla y la línea es puro gesto.

 

 

 

 

 

 

 

 

Miró y su obra constituyen un factor clave para el conocimiento de la nueva imagen colectiva en el mundo. Ha ejercido una enorme influencia en las nuevas generaciones de artistas así como en el diseño gráfico, en la decoración y en otros campos de las artes visuales.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El cartel de Miró, cumplida su función de dar a conocer algo determinado, sigue interesando precisamente porque es Arte.